viernes, 27 de marzo de 2009

Didáctica de la Enseñanza (I)

Estoy trabajando con una suplencia en un colegio privado (y católico). En principio iban a ser 3 semanas; lo cual era genial porque me permitía ganar un poco de plata extra y además tener experiencia comprobable en secundario.
Todo iba masomenos bien hasta que me dijeron que la suplencia se extendería un mes más, lo que descuajeringó completamente mis horarios del año. Menudo sacrificio: quedar bien con Dios y con el Diablo. Es decir, con el colegio y con mi ya endiablado ritmo de vida...
En eso estaba cuando unos días antes del 24 de marzo, escucho en sala de profesores la siguiente conversación entre dos docentes:

-¿Y vieron lo que dijo la loca esta de Hebe de Bonafini?
-Ay esa vieja de mierda no la soporto más, es insufrible... ¿qué dijo?
-Dijo que Susana y Moria habían sido putas de los militares y que cómo se les ocurre andar hablando mal de la policía...
-Ay mira, no la soporto, no sé porque los militares no se la llevaron a ella también.


Entonces, en ese instante, replanteé íntegra y seriamente mi vocación docente: yo no quiero ser esto, me dije.
La pregunta es, entonces, ¿qué quiero ser?

Así, resultó que, lejos de mejorar mi caótica situación identitaria, mi vuelta a la escuela secundaria no representó más que un nuevo escollo en la definición de la nueva yo que es la vieja yo con tintes de una futura yo que yo que sé qué...

Por las dudas, les dí a mis pobres alumnitos una clase especial sobre la dictadura. Por supuesto, surgió el tema de la pena de muerte. Casi todos estaban a favor.
Menos mal que es un colegio religioso, pensé...
La cosa recién se dio vuelta cuando les pregunté:

-¿Entonces si tu novio te mete los cuernos vos le tenés que meter los cuernos a él? (En relación con que "el que mata tiene que morir")

Ahí empezaron a pensar.... y cambiaron bastante de idea.

Ese día, me fui contenta y tranquila de la escuela; no estoy ni con Dios, ni con el Diablo, ni conmigo misma. Pero, por lo menos, le sigo siendo fiel a esa maldita desconfiada que tengo adentro.

lunes, 23 de marzo de 2009

El Pato (un findesemana sin malla) *

Mis amigos me acompañaron al cumpleaños de mi íntimo la otra semana en El Pato. Era en una quinta muy lejana de la civilización donde nos propusimos olvidarnos de todas nuestras obligaciones y disfrutar del aire libre.
Como siempre sucede en estas ocasiones, el clima decidió nuestros destinos: Llovió, nos mojamos. Salió el sol, nos secamos. Hizo frio, nos enfermamos. Hizo calor y ellos se tiraron a la pileta porque yo me había olvidado la malla.

-Como te vas a olvidar la malla, sos terrible
-Emh, me olvidé los anteojos de sol, el protector y la toalla, también
-Aha! Estamos en una quinta, ¿lo notaste?
-Seh… pero yo soy más tímida de lo que parece
-Por cierto, nunca te vi en malla
-Mhh.. no, claro que no
-Pero hace diez años que te conozco y nunca te vi en malla
-Claro
-¿Pero qué tenés?
-Un culo horrible, ¿qué voy a tener?
-Eeehhh.. ¿tan feo es?
-Si era feo hace diez años imaginate ahora.


La verdad es que la pasamos muy bien, los tres. Alejados de nuestras realidades cotidianas hacíamos cuentas sobre la cantidad de homosexuales que debería haber entre nosotros, dado que según mi amigo siempre hay 2 por cada 50 personas. Aparte, tomamos cantidades industriales de cerveza, y comimos cantidades industriales de asado.

A ella eso le repercutió unos días después, así que se enfermó y no fue a trabajar. A él, bastante antes, así que tuvo que vomitar en pleno descampado Patense. A mi, extrañamente, no me dio dolor de panza ni nada. Y eso que viví situaciones bastante extremas, a saber:

-Que el amigo de la ex de mi íntimo me mirara de arriba abajo con un scanner pensando “todas las cosas que tengo que contarle a mi amiga”
-Que la amiga de la ex de mi íntimo me mirara de arriba abajo con un scanner con cara de “chiruzita no me vengas a hablar que te vomito en la cara”
-Que el amigo íntimo de mi íntimo me dijera abiertamente que tendría que irme a vivir con el, que qué estaba esperando
-Que viniera mi íntimo cuando yo tenía un bebé en brazos y me diga delante de todo el mundo “que lindo te queda, tengamos uno”
-Que la abuela de mi íntimo tratara de definir mi status amoroso frente al abuelo, y sin poder enunciar ningún rótulo me dejara a mí a la buena del señor con un señor bastante bueno que no entendió demasiado (como yo tampoco a esa altura)
-Que una nena demasiado linda para estar con un amigo de mi íntimo se quejara de los pedos que se había tirado éste en la carpa
-Que se hiciera demasiado tarde para irme a estudiar, entonces podría fumar un último, ya que estamos. Pero entonces terminé yendo a estudiar fumada.


Después de semejantes exabruptos a mi ecosistema espiritual, me fui a estudiar con mis amigos, fumada y extasiada de tanta intimidad. Por suerte teníamos un final 4 días después. Lo que me permitió fácilmente hacer borrón y cuenta nueva de todo lo que había pasado. Ahora que lo pienso, hubiera sido menos traumático llevar la malla, ¿no?

Cosas que pasan cuando una vive sola

Que mi trabajo es una joda, ya se sabe. El tema es que el server no es tan jodón, entonces hay un montón de cosas que no puedo hacer en la interné. Cosas interesantes como jugar a la canasta online, al Word Challenge o al Bookworm, etc.
Entonces tengo que hacer otra cosa. Ya pasé la fase fotolog, me dí cuenta. Lo cual también es bueno, en algún sentido extraño que como no tengo psicólogo no puedo descifrar bien.

Pero convengamos que todo este asunto del facebook es casi casi peor al fotolog. Como que la gente “seria” (pero ridícula en el fondo) tiene facebook y los adolescentes “tontos” tienen fotolog.
En fin, también me di cuenta con el tiempo que este blog ya no tiene la gracia de antaño (¿) y que disfruto bastante más dibujando cosas en el photoshop que escribiendo. Debería, en resumen, abrir un fotolog y dejarme de joder.
Pero también parece que la gente “con cosas para decir” tiene blog, no fotolog ni facebook. Justamente porque creen cosas como que la gente seria (pero ridícula en el fondo) tiene facebook y los adolescentes “tontos” tienen fotolog.


Resumiendo: como ya no se que hacer en el trabajo me puse a leer
esta nota:

El artículo cuenta las cosas que debés hacer para afrontar ese giro extraño que da tu vida cuando te percatás que disfrutás más estando sola que con gente. Lo cual, lejos de significar que sos una antisocial de mierda, pareciera que viene siendo la premisa Nº1 de la mujer moderna: yo puedo todo.

La nota es bastante optimista, entonces me pareció que habría que ampliarla con algunos tips imprescindibles a la hora de compartir la cama con uno, a saber:

-Si no hay papel higiénico, no hay.
-Si no hay leche, no hay
-Si se tapa el inodoro, lo destapás vos.
-Si pierde la pileta de la cocina, vos tenés que secar toda la asquerosidad
-Si te invaden las cucarachas, vos tenés que erradicarlas, como puedas
-Si ya no hay más vasos para usar, vos tenés que lavarlos todos
-Si el gasista no viene, viene el agua fría por las mañanas
-Si estas en pareja, tenés que poner seriamente los puntos
-Si no estás en pareja e invitás a alguien a comer o a mirar una peli o a hacer cualquier cosa, querés sexo animal
-Si tenés una familia que no se interesa por vos, tu casa va a resultar del magro presupuesto que tenés para dedicarle
-Si tenés una familia que se interesa por vos, tu casa va a resultar el punto obligado de paso cuando algún miembro “está acá a la vuelta” y no le importa absolutamente nada que estás haciendo puesto que tiene ganas de saludarte
-Si tenés amigos con casa propia, ésta siempre estará más ordenada o mejor decorada que la tuya
-Si tenés amigos sin casa propia, los muchachos vienen y descontrolan como si su madre viniera a ordenar después
-Si tenés muy buena onda, mucha gente quiere tener la llave de tu casa (para usarla los sábados, obvio)
-Si tenés muy mala onda, la gente se queja que no la dejas ir a usar tu casa de bulo
-Si tenés computadora, la gente extrañamente recuerda siempre que tiene que revisar el mail cuando está en tu casa y a la semana te das cuenta que misteriosamente la computadora está llena de virus

-Si tenés amigos como los míos, tu casa de pronto es el Ital Park

Sin duda, la hospitalidad es una virtud muy sobrevalorada.

jueves, 5 de marzo de 2009

1979

Uno nació cuando empieza el calor,
El otro, cuando empieza el frío.

Uno es muy gordo,
El otro muy flaco.

Uno tiene pelo muy corto,
El otro, muy largo.

Uno odia a mi familia,
El otro, me obliga a quererla.

Uno cuestiona todo en lo que creo,
El otro, me hace querer creer.

Uno vive de la política,
El otro dice que es apolítico.

Un odia las computadoras y la tecnología,
El otro no puede vivir sin ellas.

Uno me deja muda,
El otro es músico (y sonidista).

Uno me hacía sentir su hija,
El otro, tiene una hija (y no es mía!)

Uno odia a su ex,
El otro todavía la mira con simpatía.

Uno es miedoso,
El otro, inconsciente.

Uno es soberbio,
El otro culposo.

Uno es mediocre,
El otro inconstante.

Uno es verborragico,
El otro tímido.

Uno prefiere Quilmes,
El otro, Stella.

Uno escribe lo que debería pensar,
El otro lee lo que escribo.

Uno dice que no hay que ir a la universidad para aprender,
El otro va a la universidad “sólo para aprender”.

Uno calza 43,
El otro, 41.

(Uno es infiel
El otro también)

Uno se casó,
El otro, es un caso.

Lo que todavía no logré decidir
Es quién fue el primero y quien,
El segundo.



-In love we (still) trust-