martes, 7 de abril de 2009

Destino Manifiesto

Allá por 1999 estaba muy enamorada de un muchacho que terminó siendo gay. (Bueno, bueno no tienen porque hacer análisis de esa situación, simplemente sucedió)
Veníamos histeriqueando de lo lindo desde el año anterior, así que se me ocurrió que podía llegar a pasar algo. A mitad del 99 me fui a Mar del Plata a jugar un torneo de Handball. Cuando volví, lejos de extrañarme, el niño se había enroscado con una nena (rubia y fea) que abortó –por lo menos por un tiempo- mis ilusiones de adolescente en celo.

Diez años más tarde, un martes cualquiera a las 10 de la mañana, la misma rubia me abre la puerta de un Instituto de Investigación donde tengo una entrevista para trabajar. Ella me saluda, consciente completamente de quien soy. Recuerda a que división iba cada una, hasta sabe el nombre de mis amigos de la facultad (porque parece que ella va a la misma facultad que yo, me enteró después de 5 años)

Esperando a que llegue la persona que me entrevistará – mi futura jefa- la nena me cuenta de que se trata el trabajo. Me dice, literalmente “para un estudiante está bien”. Eso se traduce, en mi escala monetaria mental: un trabajo part-time con un part-sueldo. 600 pesos, ponele.

Cuando llega mi futura jefa, sin explicarme absolutamente nada de lo que se trata el puesto me pregunta:
-¿Y por qué crees que serías buena para este trabajo?
Improvisando un poco le digo:
-Porque es exactamente lo mismo que hago en mi trabajo actual
(…)
-¿Y cuanto pensás ganar? – indaga
Siéndole más fiel de lo conveniente a mi escala monetaria mental, le digo:
-Mire, yo necesito entre 600 y 700 pesos
Siéndole menos fiel al sistema capitalista de lo que aparenta, la señora me dice:
-Ah bueno, pero esto es un trabajo de 1800 pesos.

(glup)

Que quede claro, la nena que me robó el muchacho hace 10 años, cobra 1800 pesos por trabajar 4hs en una oficina y se ocupa de decirme que “para una estudiante está bien”

Ya veo que en el 2019 me la encuentro. Me cago en la puta madre.

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-In love we (still) trust-