sábado, 6 de junio de 2009

Dame Luz

Erase un sábado de la continua hit parade que se ha convertido mi vida (madrugar, trabajar, madrugar, facultad, madrugar, trabajar) cuando finalmente vino el electricista que debía llamar hace un año (cuando me mudé) o hace tres meses (cuando conseguí uno recomendable) y que debía venir en la semana (cuando encontré un momento para que venga) y me dejó plantada.
Yo me debatía entre escribir finalmente mi anteúltima monografía o dejarla para otro momento cósmico cuando llegó.
Se presentó, me contó una cantidad insondable de chismes políticos (de la CTA, de la CGT, del grupo Moreno, de Libres del sur, de Proyecto sur, de la CCC, etc) hasta que me dijo, subido a una escalera, y con un destornillador en la boca:
-Mira, cuando yo estuve en Nepal, me di cuenta que no hay otro país como el nuestro.

Un rato más tarde, mientras tiraba cable por toda mi casa, me contó como Siddhartha no había llegado al Nirvana cuando murió, sino muchísimo antes, que la gente anda diciendo burradas por ahí que nadie entiende (¿?). Que "Buda" quiere decir iluminado y que los hindúes y los budistas no son la misma cosa, entre tantas otras enseñanzas.

Un poco después, cuando ya me disponía a gastar medio sueldo en nuestra charla, que había durado bastante más de lo que había tardado en trabajar, (pero que me la iba a cobrar igual), terminó contándome cómo soñó algo que se hizo realidad unos años más tarde.

Abriendo la billetera, con más dolor que zen interior, caí en cuenta que no tengo por qué seguir rogando para que el universo se ordene. Que hace falta esperar quizás, un poco más, pero llegan. Este mundo SI alberga gente coherente: un electricista, budista y vidente.

Me cobró un montón, pero valió la pena.-

1 comentario:

chizita dijo...

te diría que me pases los datos para que me prepare mi casa, pero si te salió un montón y te cobró por hablar dejá, me contrato un psicólogo

-In love we (still) trust-