domingo, 19 de julio de 2009

China Ataca Kamchatka

Depende de cómo se lo mire, soy una terriblemente buena o terriblemente mala jugadora del TEG. Sucede que, me entusiasma la idea: juntarse con muchos amigos, tirarse dados, odiarse un rato, etc. Pero después, alrededor de la hora nº2 pierdo completamente el entusiasmo en el juego y no importa si estoy ganando o perdiendo: me voy a dormir y cedo mis países a quien quiera obtenerlos.
No es que me aburre perder, o ganar, o el juego en sí. Es que me da sueño.
Realmente no sé si eso es bueno o malo, porque en realidad dejó a la gente entusiasmada más entusiasmada aún (porque tiene mis países) y yo satisfago mi verdadera ambición en ese momento: apropiarme de la cama.

Hace unos días, cuando nos disponíamos a seguir festejando que el calendario académico se extiende hasta enero, se me ocurrió que, este mismo mecanismo del TEG lo tengo bastante seguido. No es tanto que “La Vida me De sueño”, sino que llega un punto que la técnica y estrategia se me van al cuerno y le cedo lo mío al otro, aunque el otro tenga como objetivo destrozarme.

Con la histeria, o sea, la Técnica y Estrategia del Garche, me pasa algo muy similar. Llega un punto que no me importa qué países tenés vos, qué tengo que atacar yo o cuánto te salió en los dados. Tengo sueño. Y ese sueño puede querer decir dos cosas: quiero dormir sola, o quiero dormir con vos. En ambas circunstancias mi organismo funciona como un relojito. Llegado a ese punto alfa (que en el TEG identifique como las dos horas pero en la vida suele ser un poco más) me importa poco y nada cómo quedo frente a los demás, cómo queda mi técnica, mi estrategia o la mar en coche.
A veces, eso significa que aparezco totalmente vulnerable y transparente en mi intención de dormir con otro. Parece que eso en el marketing social se llama “ser fácil”.
Otras veces, eso mismo significa que el otro se convierte en un total absurdo para mi intención de dormir sola y carece totalmente de importancia. Eso en el mundillo de las mujeres parece que se llama “lo matás con la indiferencia”.
(Con lo cual, tampoco sé si soy terriblemente buena o terriblemente mala jugando a este otro TEG)

En resumen: el otro día descubrí que con los hombres, como con los países, hay cosas que me importan (dormir) y cosas que no me importan (quedar bien posicionada en el juego histérico).

A los calculadores, manipuladores, estratégicos y técnicos, los elucubradores, medidores de la paja del ojo ajeno, grandes estadistas. A todos ellos: ¡Felicitaciones! ¡Se han ganado con mucha astucia todos mis continentes! Ahora, si me disculpan, me voy a dormir la siesta.-

2 comentarios:

Flor dijo...

Todos los manipuladores histéricos necesitan rivotril, seguramente.

Let dijo...

si no se, chizz dice que juega mejor fumada al teg, que ve todo mas claramente...

pero para mi es una excusa MAS para fumar...je

-In love we (still) trust-